21 de enero de 2016

Birchbox -- Enero

Buenas buenas, hoy vamos a echar un vistazo a la Birchbox de este mes. Nos llega de la mano de moderna de pueblo, de la que puedo decir que no he leído nada, así que sin comentarios por ese lado.

La caja de este mes no me llama, con muy pocas cosas que me interesen o necesite, en fin.


Por empezar por algún lado, el champú de Naturtint, orgánico y con un 99,6% de ingredientes naturales, puede ser una buena opción para gente que busque productos libres de químicos (no contiene sulfatos, ni parabenos, ni siliconas) pero a mi me reseca y encrespa el pelo. La fórmula será buena pero es muy líquida, siendo fácil abusar de producto. 
Promete reparar y fortalecer, pero no creo que siga usándolo para comprobarlo porque entre el reseco y el aroma que tiene... uff. Supuestamente debería oler a aguas florales de Jara (sea lo que sea eso), frutas de limón (vamos, limones, hablando claro), lavanda y girasol; pero para mi es un pupurrí a caramelo cítrico con un toque picante que me hace estornudar. Un redondo cero patatero (como siempre, esto son opiniones personales, a otra persona le puede parecer el mejor champú del mundo mundial).

El aceite de coco de Vita coco es algo que me tiene intrigada, te lo recomiendan como hidratante intensiva, desmaquillante de ojos y como ingrediente en la cocina... Veremos qué tal queda con las tostadas xD


Huygens nos presenta desde París, el Le Gommage Visage, un exfoliante e hidratante facial. Tiene consistencia de mousse muy agradable y huele a cítrico con té. Las partículas que exfolian no son muy grandes pero sí se notan en la piel cuando lo aplicas. En ningún sitio he encontrado la composición, pero afirma ser un 99% natural y 76,9% bio/orgánico. Deja la piel tesa y suave, me gusta bastante pero me parece carete (unos 20€), por ese precio tengo otros que prefiero, aunque ninguno es bio.


La crema de manos de Soap & Paper Factory, de karité y té verde tampoco contiene petroquímicos, parabenos ni está testado en animales. 
Da gusto ver que los fabricantes se van concienciando en qué ingredientes usan y cómo los prueban. 
Se absorbe rápido, huele bien y el packaging es mono, pero si hay algo que me sobre desde que estoy suscrita a esta caja mensual son las cremas de manos. Al cajón irá, hasta que acabe las que tengo empezadas.


Por último y como ya suele ser habitual, el único producto de maquillaje que incluye la caja. ¿Por qué solo uno? ¿por qué? ***léase alzando los brazos hacia el cielo y clamando a los dioses por una explicación***


Os presento el iluminador en lápiz de Jelly Pong Pong. Qué decir, me parece un chasco. Si queréis que ilumine hay que dejar una buena capa, si no os gusta ir con un pegote de producto en la cara hay que difuminarlo y entonces pierde cobertura.... No sé como agarrarlo porque, a demás, me queda un tono beige oscuro y a mi no me ilumina precisamente. 

Intentaré darle algún uso como delineador de ojos blanco o, a lo mejor, debajo del arco de la ceja, pero no se yo...


Resumiendo, me parece buena caja para gente con intolerancias y/o alergias ya que varios productos son orgánicos, naturales o por lo menos se cuidan en no tener parabenos y cosas así. 
La pega, la infinita y repetitiva pega de la Birchbox, la carencia de productos maquillísticos. 

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